¿Cómo ayudar a tus hijos a hacer los deberes?
Hacer los deberes se ha convertido en una pes
adilla para muchas familias. Descubre cuál es tú papel y qué puedes hacer para ayudar a tus hijos/as.
Cada vez es más habitual ver a los padres y a las madres preocupados por los deberes de sus hijos sin saber qué pueden hacer para ayudarlos.
En la consulta y en diferentes entornos sociales vemos diariamente cómo los padres y a las madres están más “agobiados” por los deberes que sus propios hijos/as. La preocupación es tanta que el clima familiar se resienten, aumentan las discusiones por este tema e incluso posponen sus propios planes o intereses porque “tienen que irse a casa a estudiar”. ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a hacer sus deberes de forma más eficaz?
¿Qué puedo hacer para que los deberes dejen de ser una pelea?
Fomenta su autonomía: Los padres no debe sentarse en una silla al lado del estudiante porque transmite mensajes negativos: “No sabes hacerlo solo/a”, “descuida, que yo me ocupo”. Es mejor, dejadles su espacio y que ellos solos resuelvan sus tareas y se responsabilicen de su actos. Recuerda que los deberes son del niño/a, no para los padres y en ningún caso debemos resolverle los ejercicios.
Los deberes se corrigen en clase: El objetivo no es llevarlos perfectos, sino que el alumno/a se acostumbre a resolverlos por sí mismo/a y que sea consciente de la dificultad. Los profesores corrigen mejor, y esa es su labor. Eso sí, hay que comprobar que ha corregido en clase los deberes y en qué se ha dado cuenta de cuáles han sido sus fallos.
Fomenta un buen clima familiar: Hay que evitar que el tema escolar se convierta en una pelea, porque le estaremos transmitiendo ansiedad y con este estado emocional no es posible tener un adecuado rendimiento. El niño/a debe estar descansado y tranquilo para poder concentrarse y resolver sus tareas. Si está muy cansado, o enfadado, o estresado, o si hay discusiones en casa, no tendrá un estado emocional adecuado que le permita trabajar adecuadamente. Anímale y motívale con el refuerzo positivo, en lugar de castigar o de presionarle con las tareas.
Fomenta los momentos lúdicos y de descanso: No hay que dedicar toda la tarde a estudiar. Mejor si juega con los amigos en algún parque; mejora la concentración al llegar a casa.Ten en cuenta que los niños tiene que jugar y estar tranquilos, no sólamente les sirve para divertirse y para relajarse, sino que el juego es necesario para su correcto desarrollo. Ten en cuenta que el nivel de atención o de concentración de un niño no es equiparable al de un adulto y ni siquiera en los adultos es posible mantener la atención ininterrumpidamente más de 40 minutos.
Ayúdale a crear hábitos y rutinas: El niño/a tiene que anotar en una agenda los deberes, lecciones a estudiar, trabajos a entregar y fechas de examen. Hay que comenzar por una tarea breve y sencilla para calentar motores y luego hacer la menos agradable se puede reservar para el final algo liviano y entretenido. Un reloj en la mesa ayuda a controlar el tiempo. Es recomendable estudiar en un lugar de la casa que no sea de uso común, con el móvil apagado.
Evita la sobreprotección: Un estilo educativo excesivamente permisivo es tan negativo como ser demasiado autoritario. Como en la mayoría de las situaciones, en el término intermedio se encuentra la virtud y ese el punto más difícil de favorecer. Hay que tener unas pautas y unas normas con nuestros hijos/as y hacerlos cumplir y respetar. Pero también es importante darles un espacio para tener su propia experiencia y tengan la oportunidad de equivocarse y de aprender asumiendo las consecuencias de sus errores y responsabilizándose de sus actos. Si los padres siempre le solucionan los problemas y les compensan las dificultades para que no sufran, se les está limitando su capacidad de aprendizaje. Si llegan a clase con los deberes sin hacer, no es responsabilidad del padre, sino del hijo/a, y si tiene que asumir un castigo del profesor/a o suspender por no haber hecho lo que le corresponde, tendrá que pasar por ahí para saber cómo tiene que hacer las cosas de aquí en adelante.
Facilita un espacio adecuado de trabajo: El alumno/a debe disponer de un lugar adecuado de trabajo: una mesa despejada, una silla adecuada a su altura y luz natural o con un flexo. Debe acostumbrarse a dedicar un tiempo de estudio diariamente y que se genere un hábito.
Potencia su autoestima: Es muy importante mantener una actitud positiva con los niños/as. Si ellos se dan cuenta de que creemos en ellos y que que los motivamos ayudándoles a resolver sus dificultades, se sentirán más tranquilos y seguros para superar las dificultades. Puedes leer este artículo para saber cómo potenciar la autoestima de tus hijos/as.